BUENO AIRES.- La gestión de Edgardo Bauza al frente del seleccionado argentino de fútbol lleva tan sólo cinco partidos en menos de un año, pero los malos resultados dan la sensación de un proyecto que lleva años y pone al entrenador en su hora más difícil.
La zona mixta del estadio Mineirao, donde desfilaron los jugadores una vez finalizado el Superclásico ante Brasil (0-3) para las entrevistas periodísticas, recibió de rebote algunas de las declaraciones de Bauza en la sala contigua de conferencia. Sus palabras dieron cuenta de más fortaleza para tratar de encauzar la situación con el sexto puesto en las Eliminatorias y un rendimiento preocupante a pesar del paso de los partidos.
Sin embargo, en el ambiente de la zona mixta su apellido se puso en el ojo de la tormenta e incluso se refirió a una posible salida de su cargo. Los rumores se pusieron a la orden de la húmeda noche de Belo Horizonte con citas a un nombre como el de Jorge Sampaoli, que por cuestiones económicas finalmente no pudo asumir, y abrió el juego para que Bauza, Miguel Angel Russo y Ramón Díaz fuesen los candidatos a hacerse cargo del equipo tras la dimisión indecorosa de Gerardo Martino.
"Un mal resultado puede hacer estallar todo", tituló "Clarín"; en la misma sintonía "Olé" señala "Suena a última chance" (el partido del martes contrra Colombia); "Una situación desesperante", definió Diego Latorre en su análisis para el diario "La Nación".
Bauza necesitará del respaldo del plantel, no sólo en declaraciones, mucho más en el campo de juego, pero para ello deberá también convencerlos de su idea. El seleccionado argentino luce perdido, confuso y hasta débil cuando juega y mucho más cuando la situación se erige como adversa desde el marcador. Antes del Superclásico sudamericano, Bauza fue sometido a encuestas de algunos medios de comunicación que midieron su grado de aceptación. El resultado fue negativo.
Otros aún buscan quitarlo de las críticas feroces, e incluso los jugadores entran en su lugar, en un respaldo que parece mantenerse implícito como la campaña que se sucedió a su alrededor para instalarlo como candidato a entrenador del seleccionado mediante una cabeza fría que todavía permanece entre las sombras.
El propio Bauza, quien en San Pablo no cumplió con las expectativas creadas, confirmó que está en su tramo final como entrenador, que en un par de años más deja todo. El seleccionado argentino se interpuso en su camino e intentará alargar esa especie de retiro para cumplir el sueño de campeonar con la "albiceleste", pero deberá hacerlo cuanto antes. El próximo martes cuando se mida ante Colombia en San Juan, quizá sea su última oportunidad. (Télam-especial)